El Tribunal Supremo considera acreditado que las empresas automovilísticas se coordinaron e intercambiaron información sensible entre abril de 2006 y agosto de 2013 para ofrecer menores descuentos y fijar los precios y prestaciones del servicio post-venta.
Las marcas sancionadas en este cártel de coches representan la práctica totalidad del mercado automovilístico en España, aunque existen diferencias entre ellas. En su momento, la CNMC impuso sanciones a: Alfa Romeo, BMW, Chevrolet, Chrysler, Citroën, Dodge, Fiat, Ford, General Motors, Honda, Hyundai, Jeep, Kia, Lancia, Lexus, Mercedes Benz, Nissan, Opel, Peugeot, Renault, Saab, Skoda, Seat, Audi y Toyota.